miércoles, 3 de agosto de 2011

El interés del bono y la prima de riesgo

El interés del bono y la prima de riesgo


Se trata de dos conceptos que vemos cada día en la prensa económica y que en algunos casos desconocemos, por tanto trataré de explicarlos para conocer su importancia.





El interés del bono de un país es el precio que el Estado tiene que pagar en el mercado primario a la hora de hacer sus emisiones vía subasta. Esto es, el Estado correspondiente necesita liquidez y para ello se endeuda a diferentes plazos: hasta 18 meses vía Letras del Tesoro y con Bonos y Obligaciones a más largo plazo.

Si una institución decide comprar esa deuda, sabe que ese interés va a ser en definitiva la rentabilidad que le dará la inversión. Y recordar: mayor interés implicará un mayor riesgo.





Una vez que se ha emitido un bono, éste se puede transmitir entre los inversores a un precio determinado. Este precio se calcula siempre en relación al precio que costaría comprar un bono alemán (a 10 años), dado que la deuda de este país es considerada la más estable y segura. Aquí obtenemos la prima de riesgo.

Ejemplo:





- El bono alemán paga un 2,5% a 10 años.

- El bono español paga un 6% a 10 años.

- La prima de riesgo española es de 3,5% (350 puntos básicos).





Esto es, para que una institución compre a otra deuda pública española (y que se quede igual de tranquila que si invirtiera en el bono alemán), habría que darle un 3,5% más de interés que el que le daría la inversión en el bono alemán. Se considera en este caso que la deuda española es de mayor riesgo y por ello “paga” un mayor interés.





Actualmente, el papel de la agencias calificación en determinar la prima de riesgo es clave, dado que se toman como referencia a la hora valorar la calidad de un emisor de deuda. Si consideran al emisor solvente y con total garantía de pago, le pondrán “buena nota” y su coste de endeudamiento será pequeño (y así mismo, el inversor podrá comprar una inversión más segura y de menor rentabilidad). Por el contrario, si consideran que el emisor puede dar problemas a la hora de atender sus pagos, calificarán su deuda como “mala” y el inversor se enfrentará a un riesgo mayor y por tanto mejor remunerado.





Con todo esto, es clave el efecto “coste de endeudamiento de un país”: los países realizan mensualmente emisiones de deuda para obtener liquidez. Si el país es puesto en entredicho (como el caso actual de España), los inversores comprarán su deuda con la condición de que el interés del bono sea mayor, lo que incrementa por tanto el coste de endeudarse el país. Mientras Alemania tiene situado el interés del bono a 10 años en el 2,5%, España lo tiene actualmente en el 6,2%.





A modo de resumen (ejemplo):





España hizo una emisión de deuda a 10 años en 2010 y para ello se fijó en subasta el interés del bono en el 4%. Un año más tarde y ante situaciones adversas (fuerte paro, intervenciones bancarias, déficit de CCAA, bajada del rating por parte de Moody´s…), esa deuda se cambia entre inversiones con una prima de riesgo de 300 puntos básicos (3%) frente al bono alemán, que se cambia al 2,5% à 2,5% del bono alemán + 3% de prima de riesgo = 5,5%.

Ahora, España necesita hacer una nueva emisión que se verá determinada por el comportamiento de la deuda española en el mercado segundario (ese 5,5%).

Por ello es probable que en la próxima emisión de deuda vía subasta, España tendrá que emitir deuda entorno a ese 5,5% para que haya inversores dispuestos a comprarla.





El mercado primario (la emisión directa del Estado a los inversores) y el mercado secundario (el cambio de manos de la deuda entre inversores) están relacionados entre sí y el comportamiento en uno determina al otro y viceversa.

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